¿CUÁNTO DINERO SE DESTINA A LA ARTES VISUALES EN RÍO CUARTO?

De los $ 350.000 que la Municipalidad dice que se destina a "CULTURA", nos gustaría saber a los artistas plásticos locales: ¿Cuánto invierten en las ARTES VISUALES?, por ejemplo en las SALAS MUNICIPALES, la GALERÍA TALLER "ARTÍSTAS ARGENTINOS" del CENTRO CULTURAL DEL ANDINO se llueve, no se actualiza el sistema de iluminación, está sin pintar y con las paredes electrificadas, este año no fue abierta al público directamente, esperamos que sea restaurada. El MUSEO MUNICIPAL DE BELLAS ARTES que funciona en el CENTRO CULTURAL TRAPALANDA, ¿cuánto hace que no se arreglan los revoques y pinta?. No hay reglamentación de algunos sectores y planificación a cerca de su uso, como salas que quedaron sin cumplir ninguna función. Su sistema de iluminación no se repone hace años.
Recién ahora a raíz de nuestras quejas fue DEFENSA CIVIL a ver el lugar, cuando denunciamos la falta de salidas de emergencia, la falta de matafuegos en algunos sectores, la falta de acceso a personas discapacitadas, el cableado precario y a la vista con desprendimientos como sucedía en el sector del Hall de ingreso al TEATRINO DE LA TRAPALANDA, cuando nos cuestionaron el armado de una instalación en el mes de mayo, para ellos peligrosa y por no disponer de personal para cuidarla. En otras ciudades hay personal específicamente para cuidar las obras exhibidas, además de guías formados para las visitas.
¿Quién es el restaurador del patrimonio cultural?, ¿por qué se rompen continuamente las obras?. Hasta las recientemente adquiridas como pasó en mi caso. Una obra de mi autoría que entró a la colección del museo en 1993 ("Autorretrato sin calzoncillo") y que fue expuesta de nuevo en 1996 rota. La restauré en el año 2007.
¿Cuánto se destina a la capacitación del personal, si es que recibe formación?, lo que queda demostrado que no en la nota siguiente. Todos sabemos que responden a cargos políticos.
¿Por qué no están guionadas las muestras?
¿Por qué no se hacen catálogos y afiches dignos a los artistas locales?, sólo fotocopias en blanco y negro de mala calidad como podemos acreditar muchos de los que expusimos en reiteradas oportunidades en las salas, ni hablar de la guía cultural nueva, que no tiene gran costo, sólo compran el papel porque la impresión se las hace el diario.
En oportunidad de hacer una curaduría de una muestra de "Arte Erótico" en el año 2007 solicité la posibilidad de usar el monocañón para uso de un video - arte y se me dijo que el mismo fue robado, queremos saber si se repuso, porque no fue violentada ninguna puerta del Centro Cultural Trapalanda. ¿Por qué los espacios públicos son desmantelados?.
No basta con ofrecer una sala para que expongan los artistas y que lo demás lo tengan que poner ellos.
¿Por qué no se gestionan intercambios de muestras con otras ciudades?. ¿Por qué a los artistas foráneos se les brinda todo (transporte de la obra y del expositor, catálogos a color, viáticos, estadía, etc.) y a los locales no?


Les recomiendo leer una parte del trabajo siguiente de YANINA BENÍTEZ, estudiante del 4º Año de Ciencias de la Comunicación de la UNRC y saquen sus propias conclusiones:

El buen artista es el que sabe doblar

Todos los años ingresan al mundo cultural cientos de artistas con proyectos novedosos que no encuentran un lugar. Los esfuerzos individuales de muchos de ellos tienen sus frutos pero se ven opacados por la mirada centrifuga de la sociedad. A pesar que desde la Sub. Secretaria de Cultura se subsidien más de 40 proyectos y se hayan invertido 350 mil pesos en diferentes actividades culturales, los artistas locales siguen sintiéndose relegados.

La actividad, artística y cultural, en la ciudad de Río Cuarto cada día es más compleja y esto se debe a la existencia de conflictos multifacéticos. La disponibilidad de las salas oficiales, es una limitación espacial, que a medida que aumenta el número de artistas hace sentir con más fuerza la escasez. Por eso la mayoría de los artistas locales se ven obligados a recurrir a salas alternativas para poder mostrar su arte.
El Licenciado Juan Pablo Casari, Sub. Secretario de Cultura, asegura que desde la municipalidad “se garantiza la mayoría de las fechas de las salas para los artistas locales, cualquiera sea su actividad” y que no está de acuerdo con lo que piensan los artista locales acerca de las disponibilidad de las salas. “Primero hay que tener en cuenta con que es lo que disponemos, que desgraciadamente a veces no alcanza, pero eso no es tampoco mal indicador, significa que hay una actividad artística sumamente dinámica y que es cualitativa y cuantitativamente muy rica”
Según Ricardo Sánchez, critico de arte e integrante de la Fundación por la Cultura, hay una falta de lugares y “el problema es que todos (los artistas) se creen con derechos de disponer de los espacios. Hay muchos artistas y pocos espacios y para compensar eso, hace falta fondos y no los hay”.
Para muchos artistas hay que luchar por el espacio y para otros las salas alternativas se transforman en una opción emocionante. “Para los artistas locales esta difícil, hay que lucharla. Cuándo ya tenes un curriculum, cuándo te haces un poco más conocido, capaz te pueden dar un poco más de bola, pero a mi me gustan los lugares alternativos, a mi me entusiasma mucho lo alternativo”, comenta Leonardo Fagiano, artista riocuartense, y agrega: “para mis muestras prefiero más el lugar alternativo, porque depender por ahí de lo oficial es medio un clavo, te dan solamente el lugar pero toda la otra parte la tenes que mover vos”.
Marcos Altamirano, gestor cultural y Director de la Dirección de Comunicación y Cultura de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Río Cuarto, asegura que la escasez de espacios es una necesidad real y afirma que “desde la municipalidad, cada vez se recorta más el presupuesto que es para cultura y todo se reduce a uno o dos espacios y después todo corre por los bares o lugares físicos privados, y lo privado viene con otra impronta. Son muy pocos los lugares en los que podes mostrar tu arte sin que eso tenga un rédito económico para los dueños del lugar”.
Los escasos lugares oficiales se han transformado en espacios de luchas para nuestros artistas, cada día es más difícil acceder a ellos, y los ganadores son los lugares privados que ven en la actividad artística una fuente de ingresos.

A contramano
Los espectáculos foráneos, se llevan la mayoría del público local y los eventos de los artistas de acá, quedan en una situación de desventaja.
La mayor parte del público riocuartense, según los registros de la boletería del Teatro Municipal de la ciudad, asiste con más frecuencia a espectáculos que provienen de Buenos Aires y Córdoba Capital, que a espectáculos realizados por artistas locales.
“La gente de acá va a ver los espectáculos grandes” dice Ángel Roberto Coria, artista plástico de la ciudad. “Hay una falta de conocimiento y de valorización de lo que realmente se hace acá”.
“Lo que viene de afuera nos va dejando un vacío que deteriora la identidad colectiva. La idea de mercado, eclipsó a todo proyecto colectivo local. Pero se pueden hacer todas las cosas, traer cosas de afuera y apoyar a lo local, pero eso es una decisión política” sostiene Marcos Altamirano.
La causa del consumo de eventos artísticos de afuera es, para Juan Pablo Casari, de índole social, “la gente por ahí tiene otra manera de ver las cosas, quizás no están acostumbrados a consumir productos artísticos locales y por eso los desconocen. Desgraciadamente la idiosincrasia de la población muchas veces hace que se valore más un espectáculo o evento que tiene que ver con artistas que no son de la ciudad por encima de los nuestros y los espectáculos foráneos son los que la gente más reclama.”
Adriana Bertonlino, Licencia en Artes plasticas y docente de nivel medio, cree por el contrario que la causa de que la gente prefiera los espectáculos de afuera es por que “la gente ya es reacia de ir a las muestras, y si no hay difusión lo es más aun. Sabe el grupo cerrado de los interesados y nadie más. Siempre son los mismos los que van a las muestras y eso es por falta de comunicación”.
La gente va a ver los espectáculos que vienen de afuera, porque son “actos culturolosos y no de cultura”, asegura Haroldo Cortes, presidente de la Asociación Riocuartense de Plásticos, director de la galería “Artistas Argentinos” que funciona en el Andino y director de Artes visuales de la Municipalidad.
El público riocuartense prefiere las obras artísticas que provienen de afuera de la ciudad y no los eventos locales. La fuerte influencia de los medios en la difusión de este tipo de actividades sumado al desconocimiento de la labor de los artistas va restándole a los eventos locales un público preciado, necesario y escaso.

Señoras y señores
El público, y la sociedad riocuartense en general, son, según muchos artistas, muy complejos y es tan así, que hasta la comparación con otras ciudades se hace dificultosa.
La desvalorización de los artistas y sus actividades es un fenómeno que aquí surge por extensión de otros lugares, pero se intensifica. “En el pensamiento de la sociedad esta lo de que el artista haga lo que pueda” explica Ricardo Sánchez.
“La gente no sabe valorar, no saben valorarse ellos mismos, porque valorar una obra de acá es reconocerse en ese artista, en lo que esta diciendo a nivel sociedad” asegura Ángel Roberto Coria. Piensa que el problema “es una cuestión de educación. El dibujar, pintar y hasta la misma música en el primario y secundario es horrible, por lo tanto no tenemos una valorización”.
En muchos casos la falta de valorización de las actividades artística se ve como la consecuencia de un modelo político-económico que encuentra un suelo fértil en la ignorancia. “Hay una falta de educación cultural en la sociedad y no es casual, es manejado. Si no hay cultura votas a los que están en el poder. El arte genera cierta critica, el arte es contestatario por más que sea fotográfico, musical, instrumental, el arte es contestatario todo el tiempo y si vos no se lo das a la gente, la gente vive de Tinelli, si vos le das Tinelli a la gente, se queda con eso por que es más fácil de digerir. Al gobierno ¿qué le va a convenir más?, ¿tener gente que no sabe de arte, qué no sepa un poco más, que no quiera crecer culturalmente o que sí?”, reflexiona Leonardo Fagiano.
Marcos Altamirano sostiene que a él le gustaría acceder a otra oferta cultural que no sea lo que impone el sistema. “La gente pide el molde, lo fácil, porque está acostumbrada al pensamiento único, si a la gente no se le ofrece la diversidad, si no se le enseña que hay otras cosas, no sé si la gente elegiría esos producto, nos van aculturizando”.
“Lo que no hay, y es un problema social, es valoración de los artistas como tales, los artistas riocuartenses son tomados como tipos que andan por ahí, que se divierten con eso, pero nadie toma su actividad como una profesión, y ese es un problema de río cuarto con mucha agudeza pero también lo es del resto del país. No pasa eso con el artista que es triunfador, y sale en la TV, y gana plata. No hay una valoración de los artistas como parte importante de la sociedad, y no es sólo en la gestión cultura,l sino en la sociedad, por lo tanto si la sociedad no lo concibe así es imposible que las gestiones culturales vayan en otro sentido”, explica Ricardo Sanchez.
La mayoría del público riocuartense ve en la actividad artística, una actividad de ocio y no una forma de vivir, por esta razón no alcanza a ver la función social del arte y su impacto en la vida de cada uno de los ciudadanos.


El personal de las salas de exposición oficiales
Con cada nueva gestión municipal hay una nueva forma de concebir a la cultura y a los artistas, los espacios siguen siendo los mismos, pero cambia la forma de organización y dentro de esos lugares los puestos o cargos públicos, la mayoría, se mantienen.
Haroldo Cortes, sostiene que “en el Teatrino hay un manejo de personal que es de la municipalidad, y eso cambia la cosa”.
Los artistas deben trabajar en conjunto con personas que no están capacitadas ni formadas en arte. “Aunque la gente que trabaja en las salas es muy buena, y está muy bien predispuesta a hacer el trabajo, no hay, como no hay en otros sectores de la administración publica, gente que está preparada expresamente para ello. Son empleados municipales, pero hay cosas que no entienden, pedirles a ellos que lo entiendan es inútil porque no han sido formados para eso” dice Ricardo Sánchez.
La falta de formación artística de las personas que trabajan en las salas municipales es uno de los problemas al que lo artistas se enfrentan a la hora de realizar sus muestras, Segundo Freytes, licenciado en Artes Plásticas dice: “la gente que trabaja ahí no tienen formación en arte, en el depósito donde tienen el patrimonio tienen todo acumulado y roto, y son obras de mucha importancia”

Mirada Centrifuga
Los chicos del barrio miran al centro, los chicos del centro miran a Buenos Aires, y los de Buenos Aires miran para Europa o Norteamérica; “eso no excluye a la gente política que esta mirando y creyendo el modelo de cultura que viene de afuera. Si bien nosotros no tenemos una base muy sólida histórica, como plástica, de nuestros antepasados estamos un poco a la deriva y mirando siempre a lo que viene de afuera o como se esta manejando afuera lo que tiene que ver con la cultura” explica Ángel Roberto Coria.
La mirada hacia fuera por parte de la sociedad y la política se debe a una falta de identidad, a la falta de algo propio; “estamos viviendo de recetas copiadas, porque ni siquiera tenemos nada nuestro, al no ser creativos pedimos, repetimos o vamos a buscar recetas para solucionar los problemas que nosotros tenemos y ni siquiera somos capaces de tomar el modelo pero modificarlo y adaptarlo a una realidad geográfica por lo menos” comenta Ángel Coria.
“Podemos diferenciarnos en posturas políticas e ideológicas pero no en lo cultural” afirma Marcos Altamirano.
La diferenciación de los modelos culturales es parte de una política cultural que deben adoptar los gobiernos de turno, hay necesidades concretas en lo cultural pero hay una incapacidad o falta de planificación artística, una política artística municipal.
Es una responsabilidad del Estado contener a los nuevos artistas que van surgiendo y se necesita un acompañamiento real por parte de los funcionarios que hoy están en Cultura de la Municipalidad. “Falta un acercamiento de Cultura a los artistas, intentaron el año pasado pero no nos escucharon, los artistas se cansaron porque se dieron cuenta que no había ningún interés. Falta un acompañamiento, nunca van a las muestras, sólo van si hay flashes” asegura Segundo Freytes.

La mirada centrifuga de la gente y de los políticos se debe a la falta de identificación, y por ende diferenciación, cultural. Esta falta de identidad repercute en la valorización de los artistas locales, haciendo que estos pierdan espacios en los que puedan mostrar a la sociedad su arte, beneficiando a los artistas foráneos. La falta de políticas culturales claras desde la Municipalidad también es consecuencia de esto.
La actividad artística, dinámica y cada día más numerosa en la ciudad, se ve perjudicada por el número limitado de salas y se debe recurrir a nuevos espacios privados que ven una buena oportunidad económica en las muestras.
En este complejo y multifacético conflicto, en el que parece haber caminos marcados de antemano el buen artista es que sabe doblar y sorprende a los que les ponen barreras para no pasar.