viernes, 3 de julio de 2009

EL ÁRBOL DE LA VIDA: El Ombú de Los Reartes.

Hace cerca de 100 años, mi abuela paterna (Trinidad CARRANZA de FREYTES) plantó un ombú en el patio de su casa.

Cuando mis viejos (Aníbal Segundo FREYTES y Angela TAPIA) se casaron, se fueron a vivir allí: Luego llegamos a sus vidas: Adriana Valentina, Angela Graciana, Aníbal Ariel y yo.

Mis tres hermanos nacieron en la casa de Los Reartes, sólo yo nací en Santa Rosa de Calamuchita.

Los cuatro jugábamos en el ombú cuando eramos niños. A veces sólos, con algunos vecinos o amigos.

Después vinieron los hijos de mi hermana Adriana Valentina: Nehemías y Yamila SIMES y siguieron con el mismo ritual.

Ahora contínuan seducidas por la magia del ombú mis hijas: Paula y Carla FREYTES BERTOLINO. Cada vez que van a visitar a sus abuelos y tíos, lo primero que hacen es subirse al árbol antes de ir a darles un beso. Es algo que no lo pueden evitar, terminan de comer y salen al patio para treparse al ombú.

Hoy me siento reflejado en ellas, cuando las veo tan felices me hace acordar cuando era chico y solía robar a la siesta del negocio de mi padre (Pulpería y Almacén de Ramos Generales "Don Segundo Sombra"), gaseosas en botellitas de vidrio, caramelos, chocolates y turrones para comerlos a escondidas arriba del árbol.

Fotografía de la abuelita ANGELITA, feliz con sus cuatro nietos: NEMI, CARLI (en la falda), YAMI y PAULI (Los Reartes 2005).

CARLA y PAULA (Los Reartes, 23 de Mayo de 2009).



PAULITA jugando en el ombú.


CARLITA, sorprendida por la cámara.

EL OMBÚ REPRESENTA EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE MI FAMILIA.

3 comentarios:

HUGO CATALAN dijo...

MUY BUENO EL POST.
YO TENIA UN NARANJO AL QUE DOMABA CON MI PRIMO GUILLERMO !!!

SALUDOS

Segundo Freytes dijo...

Gracias amigo Hugo!.
El viejo y querido Ombú es símbolo de las raíces profundas de mi flia.

Un abrazo, Segundo

Marycel dijo...

Los árboles de las casas son los testigos silenciosos de nuestras vidas, nadie como ellos conocen el pulso de una familia entera. En casa tenemos un plátano y tiene una presencia increíble en nuestras vidas, se siente.

Bellísimo post.